28 de agosto de 2010

Protestantes, Evangélicos y Sectas

Estos tres términos se utilizan a menudo para referirse a un mismo grupo de personas, aun cuando los sentidos y los contextos históricos en que se fraguaron son diferentes. No son términos intercambiables, pues denotan expresiones religiosas distintas.

Protestantes es un calificativo amplio que se utiliza para referirse a los miembros de las iglesias que surgieron a partir de la Reforma y que se apartaron de la obediencia al Papa en el Siglo XVI. Denota a las personas que sostienen el sistema de fe y práctica derivados de los principios enseñados por los reformadores.
El nombre tuvo su origen en Alemania, cuando en la Dieta de Spira, en 1529, los seguidores de Lutero presentaron su protesta contra la derogación del edicto de 1526, que era más tolerante.

Dado que la Reforma se produjo en Europa occidental, las iglesias protestantes son mucho más numerosas en el Viejo Continente que en los países latinoamericanos. En El Salvador existen protestantes. Ellos son los miembros de las iglesias Episcopal, Luterana y Anglicana.

Estamos frente a un error semántico cuando se utiliza el calificativo de protestantes para referirse a los evangélicos. Tal error es un anacronismo y una transposición.

Evangélicos es el calificativo que reciben los miembros de las iglesias evangélicas que se formaron con resultado de un proceso histórico y no de una ruptura como en el caso de la iglesias protestantes. El proceso se originó con la Reforma del Siglo XVI en Europa y se completó en el Siglo XVIII en Inglaterra y los Estados Unidos al producirse el llamado Gran Despertar, que conmovió profundamente la vida religiosa de esos países.

Las iglesias evangélicas habían ido distanciándose progresivamente de las iglesias protestantes por doscientos años, durante los cuales se definieron sus énfasis en la conversión individual, la piedad, el estudio bíblico, los valores familiares, el abolicionismo, el rol ampliado del laicado y de la participación de la mujer, la evangelización y la cooperación entre diversas líneas denominacionales.

Las iglesias evangélicas, por sus mismas raíces históricas, no poseen una estructura jerárquica que las unifique en un solo movimiento o en pocos. Más bien se trata de diversas congregaciones difundidas por todo el mundo y que presentan distintos grados de diferenciación entre sí. No obstante, comparten doctrinas fundamentales del cristianismo que vuelve sus diferencias leves.

En El Salvador, el crecimiento de las iglesias evangélicas ha sido explosivo y mantiene un crecimiento sostenido de alrededor de un 1% de la población total del país por año. Tomando en cuenta que el crecimiento demográfico se sitúa por el orden del 0.8%, se comprende el avance permanente de los evangélicos. Un índice ascendente de los más altos en el mundo.

El término evangelista se refiere al oficio específico de anunciar las buenas nuevas y se refiere a un tipo de ministro eclesiástico. Es también un error utilizar el nombre de evangelista para referirse a los evangélicos. Un evangélico puede ser un evangelista pero no todo evangelista es un evangélico.

Por su parte, las sectas son grupos que se han alejado de las doctrinas fundamentales del cristianismo y que tienen por característica el reconocer otra fuente de autoridad al lado o sobre la Biblia, la posesión exclusiva de la verdad, uno o más personajes cuya opinión es tomada como revelación de Dios, grupos cerrados, propuestas de salvación diferente a la de Jesús, entre otros.

El término secta posee un carácter peyorativo y es con esa finalidad que suele utilizarse cuando se le adjudica ya sea a los protestantes o a los evangélicos a los cuales se les ve, de esa manera, como rivales o enemigos.

*Pastor general de la Misión Cristiana Elim.

No hay comentarios: